El cáncer de páncreas es la cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo, con una de las tasas de supervivencia más bajas entre los tipos de cáncer más frecuentes. Su origen está estrechamente relacionado con el estilo de vida y problemas de salud como la obesidad y desórdenes metabólicos. Desafortunadamente, las terapias convencionales basadas en quimioterapia, fármacos convencionales y radioterapia no han ofrecido, hasta el momento, soluciones válidas para los pacientes que sufren esta enfermedad.
Con este escenario como punto de partida, Pere Roca Cusachs y su equipo en el Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC) pretenden hallar alternativas terapéuticas contra el cáncer de páncreas desde un punto de vista completamente innovador: el de la mecanobiología, campo de investigación que estudia como las fuerzas físicas influyen sobre las células. Uno de los factores físicos clave para el correcto desarrollo celular es la rigidez, y se ha visto que cuando las células perciben una mayor rigidez en su entorno, desencadenan una serie de señales que acelera la progresión del tumor.
En el proyecto BLOCMEC, financiado por la Agencia Estatal de Investigación a través de los fondos Europeos Next Generation del Ministerio de Ciencia e Innovación, Roca-Cusachs y su equipo proponen una aproximación disruptiva para luchar contra el cáncer de páncreas. Se basa en actuar de manera dirigida y controlada en puntos clave dentro de las células de tejidos patológicos y anormalmente rígidos, haciendo con que no perciban las características físicas de su entorno, concretamente la rigidez.
“Si conseguimos hacer que la célula no perciba que su entorno está más rígido, podríamos frenar la progresión del tumor”
Pere Roca-Cusachs, investigador del IBEC y líder del proyecto BLOCMEC
Los investigadores pretenden evaluar tanto in vitro como in vivo, moléculas que interfieren en la cascada de señales que ocurre dentro de la célula cuando esta percibe una mayor rigidez, y que culminan con la proliferación celular y la progresión tumoral. Lo que buscan es un fármaco que module, específicamente en tejidos alterados, la respuesta de las células a los estímulos físicos de su entorno y sean capaces de frenar el proceso que lleva al desarrollo del cáncer, sin afectar a los tejidos normales. Además de funcionar de manera independiente, los investigadores vaticinan que los nuevos fármacos tendrán un enorme potencial utilizados en combinación con terapias y fármacos ya existentes, mejorando considerablemente los resultados de los tratamientos.
El proyecto BLOCMEC se centrará en el cáncer de páncreas, pero esta nueva aproximación abre las puertas a encontrar tratamientos para diversos tipos de cáncer, puesto que este mecanismo de acción bloqueará las respuestas indeseadas provocadas por alteraciones físicas, independientemente de mutaciones específicas o características moleculares particulares de cada caso. Además de actuar directamente en la mejora de la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo, una nueva forma de tratar el cáncer puede tener un enorme impacto económico y ayudar a reducir los 103.000 millones de euros que representó, solo en el año 2018, el gasto sanitario en Europa en atención al cáncer (de los cuales 32.000 millones en medicamentos).
Finalmente, cabe señalar que los resultados de este proyecto también pueden abrir nuevos caminos para la utilización de la mecanobiología con fines terapéuticos frente a otras muchas enfermedades, no limitándose al cáncer.
Pere Roca-Cusachs Soulere, como líder del grupo de “Mecanobiología celular y molecular” en el IBEC, el Profesor Agregado de la Universidad de Barcelona, Pere Roca-Cusachs dedica su investigación a desvelar los mecanismos que utilizan las células y moléculas para detectar y responder a fuerzas y estímulos mecánicos como, por ejemplo, la rigidez de los tejidos. Entre otros reconocimientos, Roca-Cusachs recibió en 2018 el premio “Ciutat de Barcelona” a las ciencias de la vida y, en 2019, ganó el premio de la “European Biophysical Societies Association (EBSA)” por sus contribuciones en el campo de la mecanobiología. También es miembro del programa ICREA academia de la Generalitat de Catalunya y de la prestigiosa sociedad europea EMBO.