El estudio de la dimensión espacial de las ciudades entre los siglos XVI y XVIII exige nuevas investigaciones que cartografíen cómo fueron concebidos, descritos y representados los espacios urbanos por los coetáneos, atendiendo igualmente a las formas de ser transitados y habitados por ciudadanos y forasteros. Esta vía de análisis ha permitido renovar y revisar los estudios más tradicionales sobre la ciudad, centrados normalmente en el análisis de la forma urbis y en la evolución de su imagen. El equipo de este proyecto aspira a integrar una mirada poliédrica en el estudio de la ciudad de la Edad Moderna, mediante el empleo de métodos, herramientas y nuevas tecnologías procedentes de diferentes campos de saber, ampliando así una trayectoria interdisciplinar contrastada en proyectos anteriores (https://dimh.hypotheses.org/).
El análisis de los casos de estudio se realizan desde la Historia del Arte, la Historia de la Arquitectura y de la Ingeniería, la Historia de la Literatura, las Tecnologías de Información Geográfica o las Humanidades Digitales, con especialistas tanto españoles como extranjeros. Desde esa multidisciplinariedad, la novedad del proyecto consiste en estudiar unos materiales que trascienden la huella física y constructiva de la ciudad, poniendo el foco en la variedad de actores que la concibieron, la narraron y la vivieron.
El proyecto CARCEM, financiado por la Agencia Estatal de Investigación, pretende identificar y analizar la diversidad de relatos, miradas e interpretaciones que definieron los espacios urbanos, así como los estratos superpuestos de significación con los que estos últimos se proyectaron en la construcción de la memoria de las ciudades, tanto sobre el papel como en los imaginarios colectivos de las sociedades modernas. Para lograr estos objetivos, la investigación del equipo se ha organizado en tres ejes: en primer lugar, se aborda el trabajo de los ingenieros, responsables de concebir y dibujar los espacios de la ciudad y sus edificios públicos, así como de diseñar sus infraestructuras tanto en tiempos de paz como de guerra. En segundo lugar, se estudian quiénes fueron los narradores que se ocuparon de describir los espacios urbanos de una ciudad en la que se vive y a la que se viaja, qué nos contaron y con qué intención, y a quién quisieron trasmitir sus saberes y opiniones. El tercer eje de la investigación pretende recuperar la vida en la ciudad desde el análisis de los relatos, noticias, avisos, cartas y anuncios registrados en la prensa periódica del siglo XVIII, así como de otras fuentes que hablan de espacios vividos y del día a día de las ciudades, como pueden ser las guías y manuales para viajeros.
El resultado esperable de este proyecto es contribuir a la comprensión de nuestro entorno y su pasado, así como a la reflexión sobre los escenarios de futuro en la conservación del patrimonio urbano de las ciudades, objetivo claramente alineado con los principios del Plan Nacional de Investigación en Conservación del Patrimonio Cultural (2015) y las directrices europeas. Para avanzar en la investigación sobre la ciudad en la Edad Moderna, la georreferenciación de la documentación cartográfica antigua de algunas ciudades sobre su planimetría actual permitirá visualizar sobre planos históricos la documentación procedente del resto de fuentes en forma de geodatos, lo que permitirá establecer nuevas narrativas y replantear las preguntas de investigación en torno a los usos, hibridaciones y transformaciones del espacio urbano en el pasado.
La aplicación, por su parte, de las Humanidades Digitales al tratamiento de determinados corpus documentales de fuentes históricas como la prensa nos permitirá igualmente plantear preguntas complejas gracias a los avances de la web semántica en la gestión de datos, que los investigadores abordarán de manera experimental a través de una colaboración con el proyecto I+D+i CLARA-HD (PID2020-116001RB-C32). Más allá de la aplicación de nuevas herramientas tecnológicas en el tratamiento de la información, la relectura que se va a realizar de las fuentes poniendo el foco en aspectos poco tratados hasta el momento va a permitir llegar, entre otros resultados, a nuevas conclusiones sobre la naturaleza transnacional del propio objeto de estudio más allá de los dominios de la monarquía hispana, poniendo en valor las raíces históricas e identitarias de las que somos herederos en la sociedad europea actual.
El impacto potencial del proyecto CARCEM se va a centrar desde el punto de vista social y económico en normalizar, en el marco de las Humanidades, la utilización de nuevos formatos y recursos para la divulgación del patrimonio cultural a través del empleo de las nuevas tecnologías tanto en el ámbito de las Humanidades Digitales, como en lo relativo al trabajo con mapas HGIS en el tratamiento de las fuentes documentales. Se va a experimentar en este proyecto para el siglo XVIII, y los investigadores piensan que estos instrumentos permitirán diseñar recursos divulgativos atractivos y accesibles a todo tipo de usuarios. Las conclusiones de la investigación podrían tener a largo plazo aplicaciones prácticas en el ámbito de la industria cultural y el avance de las aplicaciones destinadas al turista cultural (y digital) interesado en la historia de los espacios de la ciudad, sobre todo en el momento de adaptar la visualización y usabilidad de esos recursos interactivos en pantallas de móviles, tablets y otros dispositivos similares.
Álvaro Molina Martín es Profesor Contratado Doctor en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Sus líneas de investigación se han centrado en la historia del arte y la cultura visual del siglo XVIII en España, los estudios de género e identidad, los espacios de sociabilidad artística de la corte y el análisis de la vida cotidiana en la ciudad en la transición del mundo moderno al contemporáneo. Entre sus principales publicaciones, destacan la monografía Mujeres y hombres en la España ilustrada: identidad, género y visualidad (Cátedra, 2013) y La decoración ideada por François Grognard para los apartamentos de la duquesa de Alba en el Palacio de Buenavista (Casa de Velázquez, 2020, en colaboración con C. Herrero Carretero y J. Vega).
Alicia Cámara Muñoz es Catedrática de Historia del Arte en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Su investigación se centra en el arte y la arquitectura de la Edad Moderna con dos grandes ejes. El primero se focaliza en el estudio de cómo se construye y representa la ciudad en la Edad Moderna. El segundo se centra en la profesión del ingeniero: la relación entre arte, ciencia y experiencia; las redes de poder en las que se insertan sus carreras, y su definición profesional desde el Renacimiento a partir de otras profesiones. Entre sus libros se pueden destacar Arquitectura y sociedad en el Siglo de Oro o Un reino en la mirada de un ingeniero. Tiburzio spannocchi en Sicilia (2018).