Ciencias y tecnologías de materiales (MAT)
Conseguir más, con menos. Esa es, de forma general y resumida, la demanda que la sociedad plantea a sus investigadores. En los momentos actuales, se trata de resolver retos cada vez más complejos, los propios de la sociedad del siglo XXI, a través de soluciones que transiten siempre por la senda de la viabilidad económica y la sostenibilidad.
La aterosclerosis es una patología inflamatoria y metabólica crónica provocada por la alteración y disfunción de las células que componen la pared interna de las arterias (aquella que está expuesta al flujo sanguíneo) y que llevan a la acumulación de lipoproteínas de baja densidad (el conocido como colesterol malo) y células del sistema inmune como los leucocitos en las paredes de las arterias generando la denominada placa de ateroma o, comúnmente, placa de colesterol.
Los implantes tradicionales para sustitución ósea son de aleaciones de titanio, acero inoxidable o aleaciones de cobalto. Estos materiales, al no ser biodegradables hacen que, a menudo, sea necesaria una segunda cirugía para retirar los implantes, ya que pueden provocar problemas de infección e inflamación. Estos problemas pueden eliminarse con el uso de metales bioabsorbibles que pueden degradarse o corroerse gradualmente in vivo. Esto permitiría una gran mejora de la calidad de vida de las personas.
Alrededor de 20 de millones de personas se enfrentan cada año a la pérdida o degeneración de hueso. Esta cifra está aumentando rápidamente debido al incremento de la esperanza de vida, que conlleva el progresivo envejecimiento de la población. Aunque el hueso posee una gran capacidad para regenerarse, hay situaciones en las que esta regeneración natural se ve impedida, debido a enfermedades, fracturas complejas o abiertas, o grandes pérdidas de masa ósea. El tratamiento estándar y más eficaz en estos casos es el trasplante de hueso del propio paciente, conocido como autoinjerto.
El proyecto GENESIS avanzará en el campo de la electrónica orgánica, que permite diseñar dispositivos flexibles, ligeros, biocompatibles, económicos y à la carte, usados en sensores altamente sensibles para diversas aplicaciones con alto impacto en nuestra sociedad, como el diagnóstico médico o la robótica.