Las comunidades energéticas basadas en energías renovables son clave para democratizar la energía y hacer frente a la emergencia climática contribuyendo a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, representan una oportunidad para luchar contra la pobreza energética, incidir en la participación de las mujeres como vectores del cambio, reforzar el tejido productivo local, fomentar la creación de comunidades resilientes, disminuir la factura eléctrica y aumentar la independencia energética de nuestro país. El mecanismo para llevar a cabo este objetivo es el comercio de energía entre iguales o entre pares (Transacciones Peer to Peer o P2P) que consiste en la compra y venta de energía entre dos o más partes interesadas conectadas a la red, de forma segura, transparente y sin intermediarios o autoridad central. Dichas partes interesadas podría ser hogares, comunidades, ayuntamientos, empresas, organizaciones, comercializadoras eléctricas, electrolineras, etc.
En el sistema eléctrico actual, la electricidad debe ser transportada a través de la infraestructura existente y consumida justo cuando es producida. El uso de sistemas de almacenamiento añade más grados de libertar a estas comunidades, permitiendo consumir energía en otros momentos diferentes. Si, además, estas baterías pueden ser desplazadas de un lugar a otro, los intercambios de energía son aún más flexibles, debido a este nuevo vector energético.
EaseChain es una plataforma de energía colaborativa, donde comunidades de consumidores, cooperativas de energía y prosumidores intercambian energía verde directamente, sin necesidad de intervención de terceros ni de estar físicamente interconectados. Para ello, se ha diseñado una batería de Ion-Li distribuida interconectada y gestionada mediante tecnologías oncloud y Blockchain, denominada CryptoBatt. Esta incluye la plataforma EaseChain basada en inteligencia artificial (AI) y big data que permite optimizar la gestión de la compraventa de energía P2P y cuya trazabilidad está basada en tecnología Blockchain.
Su valor añadido reside en la gestión eficiente de la energía de los dispositivos conectados del hogar y la maximización de beneficios para el prosumidor con la venta de su excedente energético renovable. La tecnología Blockchain permite ofrecer transparencia y fiabilidad en los intercambios, trazando unívocamente las transacciones energéticas producidas por particulares y comunidades energéticas, para aprovechar al máximo la capacidad de producción. Esta aplicación contribuye a la lucha contra la pobreza energética, que afecta a un 11% de los hogares españoles.
En este proyecto, financiado por la AEI, se propone una prueba de concepto cuyo objetivo principal es optimizar la reducción de las emisiones y el coste de la electricidad de la instalación de un prosumidor en aplicaciones residenciales o industriales. Se llevará a cabo un despliegue en un entorno real de varias unidades de la CryptoBatt para validar su funcionalidad y así conseguir reducir las emisiones de CO2 y el coste del kWh de energía eléctrica.
El resultado previsto de CryptoBatt será el despliegue de un nuevo modelo de negocio basado en el alquiler, el renting y la venta de la energía, a través de una plataforma de optimización basada en Inteligencia Artificial (AI) y una batería inteligente, fundamentalmente construidas de paquetes de celdas de baterías de segunda vida (second life batteries), es decir baterías procedentes del mercado del vehículo eléctrico que han sido utilizados en esta aplicación que han perdido una parte de su capacidad de almacenamiento, pero que pueden ser utilizadas en otras aplicaciones con menor requerimiento de almacenamiento de energía.
La prueba de concepto utilizará una criptomoneda social para incentivar el uso de la plataforma colaborativa EaseChain. Esta solución pretende fomentar el tejido local, haciendo que el dinero re-circule en el comercio de barrio. De esta forma, los municipios y asociaciones de empresarios tienen la posibilidad de dinamizar y reactivar su comercio, al mismo tiempo que permite controlar la trazabilidad de las ayudas sociales de los organismos.
CryptoBatt es una contribución tecnológica muy significativa que permite un sistema energético más eficiente y sostenible, siendo este concepto una nueva oferta disruptiva en el mercado europeo, con proyección técnica, económica y comercial a nivel internacional. Permite el almacenamiento energético de manera autónoma, independiente, escalable e interoperable con el sistema actual creando un nuevo vector energético alternativo que contribuirá a potenciar el crecimiento de las comunidades energéticas renovables.
EaseChain va a tener un impacto muy significativo en la reducción de la factura eléctrica de las comunidades energéticas renovables. Además, implementa un sistema de trazabilidad de las transacciones energéticas públicas y transparentes basado en Blockchain para que todos los usuarios de la comunidad puedan decidir y ser protagonistas en la generación y el consumo de su energía. El segundo impacto es una reducción muy significativa de las emisiones de CO2 y el aprovechamiento de baterías de segunda mano procedentes del mercado del vehículo eléctrico contribuyendo a una economía circular.
En la iniciativa EaseChain llevan 5 años desarrollando tecnología por una sociedad más justa y respetuosa con el medio ambiente. Trabajan para impulsar la energía comunitaria con el fin de poner la energía renovable en manos de las comunidades y de la ciudadanía, restando poder a la industria de los combustibles fósiles y promoviendo una transformación profunda de nuestro sistema energético evitando poner en peligro los límites naturales de nuestro planeta y la seguridad del suministro energético.
Juan M. Carrasco Solis, investigador responsable de la prueba de concepto EaseChain (PDC2021-121278-I00), es Catedrático del Área de Tecnología Electrónica de la Universidad de Sevilla. Ha trabajado en numerosas aplicaciones industriales para el diseño y desarrollo de convertidores de potencia y sistemas de almacenamiento aplicados a la integración de ER. Ha sido incluido en la lista elaborada por la Universidad de Stanford en 2021 que nombra al 2% de los mejores científicos en todas las áreas de investigación. En 2002, fue uno de los dos fundadores de una empresa de base tecnológica llamada GPtech (www.greenpower.es) que alcanzó una facturación de 45 millones de euros en 2021 vendiendo en todo el mundo productos de electrónica de potencia para la integración de ER.