Los paisajes agroalimentarios son espacios de producción de alimentos en donde se reconoce una estrecha interconexión entre la diversidad biológica y cultural. En toda Europa estos paisajes presentan un alto grado de complejidad y diversidad biocultural, así como una adaptación a las condiciones naturales de su entorno (suelo, clima, etc.), producto de la actividad humana a lo largo del tiempo.
Actualmente asistimos a importantes procesos de transformación de estos paisajes como consecuencia del abandono de los usos agrícolas del suelo, la dinámica de intensificación productiva, la urbanización, el cambio climático y la globalización del sistema agroalimentario, lo que compromete la diversidad de los sistemas agroalimentarios locales y la seguridad alimentaria.
La línea de investigación en la que viene trabajando el equipo del proyecto enlaza con el creciente interés de la comunidad internacional por los aportes que los sistemas socioecológicos relacionados con la producción de los alimentos pueden hacer para enfrentar desafíos como la sostenibilidad de la agricultura, la conservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria.
El objetivo de este proyecto de investigación financiado por la AEI es realizar una clasificación y cartografía de paisajes agroalimentarios en el área mediterránea peninsular española para determinar su agrobiodiversidad (especialmente la variabilidad de cultivos) y en qué medida, y desde qué mecanismos innovadores (como redes alimentarias alternativas o modelos de negocio equitativos y digitalizados), se podrían impulsar en dichos paisajes procesos de desarrollo local-regional sostenible.
Para ello, y tras la tipificación de los paisajes agroalimentarios, el equipo aborda el análisis de las interacciones y los diferentes tipos de flujos que tienen lugar entre los diferentes tipos de paisajes agroalimentarios, considerando los intercambios que se producen a nivel de trabajadores agrícolas, compra, y venta de insumos, innovaciones tecnológicas, canales de acceso a mercados, etc.
Por lo que respecta a determinar el estado actual de la agrobiodiversidad en los paisajes y los efectos que sobre ella tienen los intercambios o flujos de las dinámicas socioecológicas, esta aproximación pasa, en primer lugar, por la estimación de los recursos biológicos que se derivan del funcionamiento de los agrosistemas y las necesidades de conservación y recuperación de estos. Ello se concreta en el estudio de la diversidad vegetal cultivada en cada paisaje y la dinámica de intercambio entre diferentes paisajes a nivel de plantas o semillas. Para llevar a cabo este estudio se emplean los métodos y técnicas comúnmente utilizados en etnobotánica.
En cuanto a la búsqueda de modelos alternativos de producción y comercialización, trabajan para identificar ejemplos existentes de modelos empresariales colaborativos agroalimentarios que integren la sostenibilidad y la competitividad a lo largo de la cadena de valor, en particular aquellos que incluyan un enfoque de “bienes comunes” para la construcción y gobernanza de dichos bienes. El potencial de la digitalización y las TIC en las áreas agrícolas y rurales es un área central de estudio en esta tarea, así como las experiencias de redes agroalimentarias alternativas con efectos en la creación y mejora de empresas.
El enfoque planteado en el proyecto les permite conectar los paisajes agroalimentarios con algunas de las principales preocupaciones que se plantean hoy a nivel mundial en la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible.
Por ejemplo, la seguridad alimentaria: el cuidado de la agrobiodiversidad poniendo en valor las variedades locales, muchas de ellas en peligro de desaparición, y recuperar los conocimientos y técnicas agrícolas tradicionales utilizadas para su manejo y conservación.
Estos mismos mecanismos también tienen consecuencias en la conservación del capital fitogenético de variedades y especies que constituyen la agrobiodiversidad, resaltando la importancia de mantener altos niveles de agrobiodiversidad en el sistema agroalimentario y explorar las oportunidades que ofrece la economía regional y local para las redes alimentarias alternativas (RAA). Este capital permitirá mejorar la productividad y la rentabilidad económica, reduciendo la dependencia externa y diversificando productos y oportunidades de ingresos.
De la misma forma, tener en cuenta los flujos entre paisajes o sistemas agroalimentarios potenciará el intercambio tecnológico y cultural desde el cual se pueden extender nuevas formas de producción sostenible. Estas conexiones sustentan pautas para promover el desarrollo local y la seguridad alimentaria, buscando la innovación social, entendiendo esta como la creación de nuevas formas de explotación, propiedad y comercialización que operan bajo un paradigma de sostenibilidad y acercan los espacios rurales y urbanos mediterráneos.
Yolanda Jiménez-Olivencia es Profesora Titular en la Universidad de Granada. Es directora del Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Granada y responsable del Grupo de Investigación "Paisaje, Ordenación territorial y Desarrollo Local" del Plan Andaluz de Investigación (SEJ170). Es doctora en Geografía y sus principales líneas de investigación son el estudio y gestión de los paisajes naturales y agrarios, los espacios protegidos, la montaña (Sierra Nevada) y el desarrollo territorial.
Raúl Romero-Calcerrada es Profesor Titular en la Universidad Rey Juan Carlos y Coordinador del Grupo de investigación consolidado en Tecnologías para el Análisis y Diagnóstico Territorial de la Universidad Rey Juan Carlos. Es doctor en Geografía. Su interés se centra en el análisis y dinámica de las interacciones sociedad-naturaleza desde una perspectiva integrada con el apoyo de Tecnologías de Información Geográfica.