La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de mortalidad en el mundo, y la mayoría de las muertes por ECV ocurren como consecuencia del infarto de miocardio o cerebrovascular. La principal causa subyacente de la trombosis y los eventos cardiovasculares es la aterosclerosis, una enfermedad inflamatoria que puede permanecer asintomática durante largos períodos de tiempo. Por ello, existe una necesidad urgente de opciones terapéuticas y de diagnóstico en esta área.
Biomedicina (BME)
Las células madre adultas se encuentran en nuestros tejidos para poder regenerar las células que mueren por la propia renovación del tejido o como consecuencia de una lesión. Seguramente por ese motivo estos progenitores se han identificado y estudiado en más detalle en tejidos en los que la capacidad proliferativa y regenerativa es elevada, como serían el intestino o la piel. Por el contrario, en tejidos con baja capacidad proliferativa y regenerativa, como el páncreas, la existencia de estos progenitores no está clara y es un tema controvertido.
Con el envejecimiento de la población mundial, la investigación biomédica sobre la fragilidad ha crecido sustancialmente. La fragilidad es un síndrome geriátrico que pone al adulto mayor en riesgo de discapacidad, hospitalización y muerte. Retrasarla o incluso revertirla es clave para un envejecimiento saludable.
El sistema sanguíneo o hematopoyético se renueva durante toda nuestra vida gracias a unas células troncales o células madre, que se encargan de producir las células que necesitamos para mantener los tejidos sanos. Estas células madre se producen únicamente durante la vida embrionaria a partir de otras células (endoteliales) y después de esta etapa, tienen la capacidad de autorrenovarse, pero ya no se pueden producir.