La Agencia Estatal de Investigación destina cerca de 8 millones de euros a proyectos de investigación en comunicación y periodismo desde la lucha contra la desinformación con aplicaciones periodísticas de la IA a proteger la seguridad de los periodistas

24 Enero 2025
  • Con motivo de la celebración hoy del Día del Periodista, la AEI destaca los 95 proyectos de investigación relativos a la Comunicación y el Periodismo que ha financiado con casi 8 millones de euros desde el año 2020Foto

Madrid, 24 de enero de 2024.- La Agencia Estatal de Investigación (AEI) fomenta firmemente la investigación relativa al Periodismo y la Comunicación como una herramienta esencial para transmitir a la sociedad información veraz y contrastada que ayude a proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos. Así, desde la subárea temática de Comunicación, la AEI ha financiado 95 proyectos de investigación con 7,7 millones de euros desde 2020 cuyos objetivos van desde el desarrollo de aplicaciones periodísticas de la inteligencia artificial (IA) para luchar contra la desinformación a analizar los principales riesgos a los que se enfrentan los periodistas que cubren conflictos internacionales o identificar factores de riesgo y estrategias de prevención sobre problemas de salud mental entre los profesionales de los medios de comunicación.

Cada 24 de enero, España se une a la celebración del Día del Periodista, una jornada dedicada a reconocer la labor crucial que desempeñan los profesionales de la información en la construcción de una sociedad informada y participativa. Con motivo de esta efeméride, la AEI ha querido poner en valor el papel del periodismo en nuestra sociedad indicando algunos ejemplos de proyectos financiados en los últimos años en convocatoria de Proyectos Generación de Conocimiento.

Esto está en línea con lo indicado por la UNESCO, ya que según esta organización “el periodismo es un bien común” que proporciona a los ciudadanos información basada en hechos que necesitan para poder participar en una sociedad libre y abierta. Para que el periodismo funcione, “debe ejercerse en condiciones políticas y económicamente viables, de manera que pueda generar noticias y análisis de gran calidad, independientes y fiables”.

Deontología periodística e IA contra las fake news

Una de las labores esenciales del periodismo en nuestra sociedad es su papel crucial en la lucha contra la creciente desinformación a través de las nuevas tecnologías. En este sentido, la AEI destaca de entre las investigaciones sobre Comunicación que financia el proyecto denominado Aplicaciones periodísticas de la IA para reducir la desinformación: estrategias, usos y percepciones de profesionales y audiencias’, que llevan a cabo desde el Departamento de Periodismo de la Universidad de Málaga (UMA).

“En un contexto donde las preferencias de consumo de las audiencias han desvirtuado el principio de autoridad, donde las épocas de incertidumbre se han multiplicado por las crisis globales sanitarias, bélicas, económicas y la polarización política, y donde los límites éticos se difuminan en esta nueva esfera pública digital, el problema de la desinformación no solo sigue vigente, sino que se incrementa. La IA puede ser la respuesta para solventar dichos desafíos, aunque también proyecta futuras amenazas”, según recoge la investigación.

El proyecto financiado con 112.500 €, propone analizar la transformación que impulsa la acción conjunta de la inteligencia artificial y la desinformación, desde el punto de vista del análisis de las rutinas, estrategias y procesos implantados en las salas de redacción de medios y verificadores; su impacto en la percepción profesional, así como los cambios en los consumos mediáticos y la relación con las audiencias.

El proyecto, además, contempla el asesoramiento al sector profesional y contribuirá a desarrollar una actitud crítica y responsable de la sociedad reduciendo las brechas de conocimiento.

Los riesgos de cubrir conflictos internacionales

Algunos proyectos de investigación apoyados desde la AEI también tienen en cuenta la seguridad y salud de los profesionales que ejercen el periodismo como garantía de su independencia y de la calidad de su trabajo. Es el caso del proyecto ‘Condiciones de seguridad de periodistas españoles que cubren conflictos: elementos definitorios y análisis de su seguridad antes, durante y después de la cobertura’, que desarrollan desde la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), que se propone investigar la seguridad en la práctica profesional periodística española en zonas de conflicto y conocer cuáles son las condiciones de seguridad en las que periodistas desarrollan su trabajo antes, durante y después de la cobertura informativa.

Este proyecto financiado con 77.319 € nace con una vocación de transferencia social que involucre en un debate público sobre el objeto de estudio a los interlocutores pertinentes: asociaciones profesionales, medios de comunicación, universidad, instituciones públicas. Este debate sobre el impacto que la inseguridad sobre el terreno y vulnerabilidad laboral puede tener, como comunidad de práctica, sobre sus rutinas y métodos de trabajo y sobre sus trayectorias profesionales. Así, este proyecto de investigación entronca con un campo emergente de investigación en el contexto internacional, en el que se apunta a la importancia de estudios empíricos y debates, la creación de redes o el desarrollo de estudios comparativos como estrategia para avanzar y asegurar una investigación de calidad.

Elevados índices de estrés y síndrome del burnout

La seguridad laboral en la profesión periodística ha sido objeto de preocupación en las últimas décadas de diversas organizaciones internacionales, como UNESCO, Parlamento Europeo o Reporteros sin Fronteras. Estas instituciones entienden que la seguridad no afecta sólo a la integridad física, sino también a la psicológica y que se necesitan más investigaciones al respecto. Según distintos estudios, el periodismo se sitúa en el ranking de las diez profesiones más estresantes y como un sector con alto riesgo de sufrir problemas de salud derivados del estrés y el síndrome del trabajador quemado (burnout).

A pesar de ello, en España no existen apenas trabajos empíricos que recojan la realidad de todo el país y los factores profesionales de riesgo, y los escasos resultados provienen de asociaciones profesionales y se refieren a sus asociados o a alguna provincia o comunidad autónoma concreta.

Este panorama es el detonante del proyecto ‘Periodistas y salud mental: factores de riesgo y estrategias de prevención desde una perspectiva comparativa internacional’ financiado con 93.750 €, que se está realizando en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). La investigación que se propone (que ahonda en estas cuestiones no sólo en España, sino también en Alemania, Reino Unido, Bulgaria y Finlandia desde un punto de vista comparativo), tiene, entre sus objetivos, contribuir a profundizar en el conocimiento y a aportar análisis acerca de los factores de riesgo, amenazas percibidas y estrategias de prevención (disponibles y deseables) de la salud mental de las y los periodistas y comunicadores. Lo hace través de una metodología compartida para el estudio en los cinco países que incluye la realización de una encuesta representativa en cada uno de ellos, además del uso de técnicas de investigación cualitativas.

La investigación pone el énfasis en los factores de estrés y síndrome del trabajador quemado (burnout) que conducen en muchas ocasiones al abandono de la profesión y pueden derivar en un empeoramiento del desempeño profesional y puede activar la autocensura, el desarrollo de coberturas superficiales o el absentismo laboral, lo que afecta no sólo a la calidad del periodismo, sino también a la de la democracia. Además, se pone el foco en la variable género (las mujeres poseen más riesgos de sufrir estos problemas).

Este estudio también tiene como fin ofrecer medidas y soluciones de prevención en materia de formación y de recomendaciones a actores colectivos, organismos públicos y autoridades administrativas basadas en los resultados de la investigación.