El acoso escolar, tanto en su forma directa o presencial (bullying), como a través de los dispositivos digitales (cyberbullying), implica el uso deliberado y repetido del poder social de uno/s respecto a otro/s con la intención de causar daño. Es esta intencionalidad, al atentar contra el bienestar de otro la que tiene más efectos en la convivencia, lo que le da transcendencia a la detección, intervención y eliminación del fenómeno. Este comportamiento tiene una dimensión moral que venimos poniendo en evidencia mediante el trabajo científico, y que, sin embargo, no está suficientemente atendida en los planes educativos y en las prácticas diarias. El proyecto que estamos realizando ahora representa una apuesta por una perspectiva teórica y metodológica innovadora, que trata de poner en evidencia los mecanismos sociomorales que pueden influir en que un individuo agreda injustamente a otro, mientras otros permanecen impasibles ante la humillación de un compañero o compañera, o en que alguien que ha sido víctima acabe ejecutando la misma acción dañina que ha sufrido (Figura 1).
Abordar el diseño de programas de prevención del acoso escolar desde una perspectiva integradora, en la que se tenga en cuenta la competencia socio-moral, permitirá inhibir comportamientos de agresión injustificada y promover actuaciones de solidaridad y defensa de la víctima, así como orientar hacia un ethos más ético y ciudadano en la convivencia escolar. Convivencia que es al mismo tiempo ciberconvivencia.
A pesar de los resultados positivos de los programas de prevención actuales, el acoso y ciberacoso siguen impactando en la vida de los escolares y afectando a su propio desarrollo, no solo de quienes lo sufren, sino también de quienes aprenden a no sentir culpa o vergüenza por hacer daño a otra persona y de quienes justifican su pasividad ante el dolor ajeno en pro de su propio beneficio personal. De ahí la importancia del proyecto que se está realizando en la actualidad, que pretende aportar una nueva mirada al fenómeno del bullying y el ciberbullying e incidir en su prevención. Una mirada científica, rigurosa y multidimensional, alejada del adoctrinamiento del que ha podido hacerse eco la educación moral y cívica hasta el momento.
El proyecto incluye el diseño de un modelo educativo adaptado a las características psicoevolutivas de los escolares y a las características de los centros escolares para posibilitar su adaptación, que incidirá en el foco de la competencia y el desarrollo social y moral. Esta parte incluye el trabajo directo con un comité de agentes educativos (gestores de políticas públicas, orientadores, formadores, inspectores de educación y docentes) para valorar la viabilidad de la herramienta educativa diseñada en el proyecto. El diseño se trasladará a un formato online que permita su difusión y acceso abierto. Se pondrá en práctica y se evaluará su efectividad. Se diseñarán varias estrategias de transferencia y explotación de resultados que incluyen, entre otras, el diseño de una página web con todos los aspectos relevantes del programa formativo, resultados, iniciativas, redes de apoyo, etc.; la organización de varios seminarios online integrados por investigadores y profesionales de reconocido prestigio internacional, para debatir en torno a temas de interés actual en el estudio del acoso y el ciberacoso (programas de prevención, definición, escolares con necesidades educativas específicas, formación del profesorado, etc.); y organización de un programa formativo para el profesorado a través de convenios de colaboración con organismos gubernamentales.
El diseño de una herramienta educativa digitalizada dirigida a la promoción del desarrollo moral en el marco de las relaciones entre los iguales permitirá el fácil acceso a recursos innovadores en la prevención del acoso escolar y supondrá, en materia de política educativa, un avance relevante en pro de la construcción de una sociedad moralmente responsable (Figura 2). La relevancia del foco de estudio a nivel mundial, la amplia red de trabajos y proyectos internacionales desarrollados en nuestro grupo de investigación (http://www.laecovi.com) y el diseño de un ambicioso plan de difusión internacional, pueden hacer que el impacto científico e internacional previsible sea muy relevante.
El proyecto contribuirá a mejorar las pautas psicoeducativas que están en la base de la formación del criterio moral, el juicio ético, la sensibilidad moral y la responsabilidad de los escolares ante la injusticia, el maltrato o la exclusión social, aportando conocimiento empírico y evidencia científica de la importancia de que la escuela y la familia asuman una educación ética ajustada a la reciprocidad moral y la evitación de la violencia. Este estudio permitirá preparar a los escolares que estamos educando para frenar la inmoralidad y la presión del grupo de iguales (Figura 3). Ello redundará en beneficios sociales que lógicamente también se convierten en beneficios económicos para el inminente futuro social.
Los adolescentes de hoy se convertirán pronto en adultos y tendrán que afrontar la felicidad y la adversidad personal y social. Invertir en la reducción de la agresión y victimización entre iguales, un problema que afecta al 30 % de los escolares, permitirá aumentar la estabilidad en la sociedad con menos delincuencia y mayor bienestar y, por tanto, disminuirá el gasto en el control del delito y los costes de salud.
Identificar las claves que estimulen la salud mental y el bienestar en los adolescentes creará individuos resilientes y servirá como protección para los trastornos mentales más adelante en la vida (Figura 4).
Los logros científicos y educativos del proyecto contribuirán a aumentar el conocimiento general psicoeducativo necesario para que el sistema educativo progrese en términos de calidad. Finalmente, el conocimiento generado en este proyecto será de gran valía para influir y construir políticas y estrategias educativas fundadas empíricamente y eficaces, dirigidas a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los escolares. Un mayor conocimiento sobre las estrategias para desarrollar comportamientos éticos en los adolescentes contribuirá a su mayor participación en la escuela, mejores resultados académicos y mayores oportunidades para mejorar el nivel educativo.
[todas las imágenes mostradas en este artículo han sido tomadas de Freepick.com]
Eva María Romera Félix es profesora Titular en el Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba y miembro del Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia (LAECOVI). Su actividad investigadora se dirige al estudio de la convivencia escolar, la competencia sociomoral y la violencia entre iguales. Es investigadora principal de varios proyectos de investigación a nivel nacional e internacional dirigidos al análisis de los factores de riesgo y protección del acoso y ciberacoso y a la promoción de la competencia social para mejorar la salud mental y el bienestar de los escolares. Actualmente es miembro del comité ejecutivo del International Observatory of School Climate and Violence Prevention.